Por Percy Francisco Alvarado Godoy. Radio Martí, convertida en vocera e incitadora de la contrarrevolución interna en Cuba, ha estado promoviendo un show mediático que pretenden llevar a cabo mañana, 10 de diciembre, en el Día Mundial de los Derechos Humanos, varios grupúsculos contrarrevolucionarios –entre los que destacan las Damas de Blanco y el llamado Foro por los Derechos y Libertades (ForoDyL) –, en la céntrica esquina de 23 y L, del barrio habanero de El Vedado.
Prueba de su rol como vocera de estas provocaciones lo fue la transmisión en el día de ayer, a las 20.01 horas, de las declaraciones del cabecilla contrarrevolucionario José Daniel Ferrer, en las que describe las provocaciones que pretende desarrollar su grupúsculo UNPACU en diferentes partes del país.
El sitio de la emisora también recoge las convocatorias de estos provocadores como forma de difundir este tipo de acciones desestabilizadoras y violatorias del orden institucional cubano, entre las que se destacan declaraciones de mercenarios como Berta Soler, el citado José Daniel Ferrer y Ángel Egberto Escobedo.
También el libelo 14yMedio ha recogido la convocatoria a esta provocación en marcha.
Varios medios internacionales ligados a la guerra ideológica anticubana están prestos para cubrir esta nueva provocación, entre los que se destacan Infobae, mientras otros esperan al día de mañana para lanzar sus andanadas de ataques contra Cuba.
Ni uno solo de estos mercenarios ha salido a la calle a protestar contra los crímenes de la OTAN y de EEUU en Siria, Irak, Yemen o Afganistán, tal como lo hicieron miles de ciudadanos españoles y británicos el pasado 28 de noviembre. Tampoco han protestado contra los asesinatos impunes cometidos contra estudiantes y campesinos en países latinoamericanos como México. Tampoco se han pronunciado públicamente contra el terrorismo que afecta la vida de millones de ciudadanos. Habiendo sido recibidos algunos de ellos por funcionarios gubernamentales de EEUU, así como congresistas, ni uno de ellos ha abogado por el trato que reciben los emigrantes en esa nación.
Simplemente se limitan a cumplir un rol: vender la falsa imagen de una Cuba violatoria de los DDHH. Para eso reciben su salario como mercenarios.
Nuestro pueblo no permitirá que sus calles sean tomados para realizar provocaciones de este tipo y está dispuesto a defender a toda costa su democracia real –entiéndase dictadura del pueblo trabajador–.
No nos asustan las reacciones distorsionadas que hagan los medios involucrados en la guerra ideológica anticubana sobre nuestras respuestas a estas provocaciones. Nos alberga la razón.
(Tomado del blog Descubriendo verdades)
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